Al vivir en un mundo libre, parece que tenemos todas las opciones para elegir cómo actuar y hacer lo que deseamos. Pero … ¿qué tan libres somos realmente?

Desde el momento en que llegamos a esta tierra, nos han dicho cómo comportarse, qué creer, qué es importante en la vida, cuál es su propósito, cuál es el éxito y mucho, mucho más. Al principio, es la familia, luego la escuela y la sociedad, y cada vez más los medios de comunicación quienes influyen en cómo pensamos y qué valoramos. Toda esta información ha programado nuestra mente para ver y procesar la vida de cierta manera, creando limitaciones en nuestra capacidad de pensar e ir más allá de estos límites.

Como resultado, apenas sabemos quiénes somos y lo que realmente queremos. Le damos una importancia inmensa a las opiniones de familiares, amigos e incluso personas desconocidas y nos esforzamos por cumplir con las expectativas e ideales establecidos para nosotros. Sin embargo, desde el principio, nuestras ideas de éxito y perfección son defectuosas e incompletas, pero en su búsqueda nos convertimos en esclavos del sistema que desde un comienzo nos dio sus definiciones.

Entonces, ¿qué debemos hacer? Nos liberaremos de la estrecha programación que nos formó, de las expectativas y opiniones de los demás e iremos más allá de las limitaciones de nuestra mente y más allá de nuestros roles en este mundo. Descubriremos la libertad de quién eres realmente y por qué estás en este mundo.