Escritora, poeta y religiosa; Estado de México, México; 1648-1695

 

Hay una frase que imprimió Juana Inés de Asbaje y Ramirez de Santillana (siendo este su verdadero nombre) a una de sus obras, la cual queda para la posteridad “Hombres Necios que acusais a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis”…

 

Con este intro, es imposible ignorar lo adelantada que estaba Sor Juana Inés en su época, y aun en nuestra época actual!, ya que denota tendencias feministas que eran impensables en aquellos tiempos.

Sor Juana Inés de la Cruz Mujer Despierta

 

Fue una religiosa jerónima y talentosa escritora novohispana, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. Con muy temprana edad aprendió a leer y escribir, las cuales fueron las verdaderas pasiones de su vida.

 Sor Juana fue una mujer valiente, de notable inteligencia, que siempre supo que no quería vivir en la realidad que aquejaba a las mujeres de su época; negándose a casarse y ante la realidad de aquel tiempo donde las mujeres no podían estudiar; decide disfrazarse de hombre para poder tener una carrera universitaria y posteriormente convertirse en monja en la Orden de San Jerónimo, que le permitió escribir, realizar tertulias y recibir visitas.

Durante sus 46 años de vida, escribió versos religiosos, pero también profanos, muchos de ellos con dedicatoria para su gran amiga Leonor de Carreto (con la que se cree tuvo una relación lésbica y romántica); así como obras de teatro, villancicos, comedias y experimentos científicos.

Sus obras destacables a mencionar son “De la beldad de Laura Enamorados “ dedicada a Leonor de Carreto bajo su seudónimo y la “Carta Atenagorica” en donde reclama los derechos de las mujeres a la educación, firmando como Sor Filotea.

Hacia el final de su vida, su carrera literaria fue truncada por una conspiración misógina en su contra; donde incluso se le ordeno destruir sus textos, los que fueron rescatados y publicados de manera póstuma en España por instrucción de ella misma, con lo cual el dinero obtenido fue donado a los pobres.

Murió cuidando enfermos, ante una epidemia de tifoidea que aquejo el país en aquellos tiempos, en el convento de San Jerónimo.

Sor Juana Inés de la Cruz, deja como legado el anhelo de la mujer de tener los mismos derechos como ser humano independientemente de su sexo como lo es la educación, de amar sin importar el género y a su vez, amar a Dios y tenerle devoción, también de romper paradigmas para encontrar nuestro verdadero camino e inspiración.